"Oye, esa vieja estaba bien cuajada contigo". Me dijo el vato. No entendí bien a que se refería porque yo no estaba con ninguna mujer. Yo estaba acompañado por un vasito de whisky y una botella de agua mineral. Por eso le pregunté que por qué me decía que la morra que se acababa de ir estaba bien cuajada conmigo. Me dijo "ha de ser por el dinero". ¿El dinero? ¿Cuál dinero? Se rió y brindó conmigo. ¿Cómo te llamas preguntó? Antes que le contestara me contó que él era un don Nadie...
Antes de eso me había tomado unas cheves en otra parte. Eché de menos a un camarada cuando vi que más o menos por donde nos tomaron una foto una vez (al fondo salen unos cartones de cerveza) había por lo menos 40 tapas!! (las tapas contienen 24 tecates). Hubiera estado conmadre que nos tomaran otra foto ahí. Me aburrí muy pronto. La música no me gustó. Normalmente a esa hora toca un grupo de música norteña y no lo hace mal. Para mi mala suerte este sábado no estuvieron. Lo más entretenido fue ver a una mujer desafiando los toques (descargas eléctricas). No sé si aguantó mucho. Sólo veía la media sonrisa del cuate que le iba subiendo el voltaje.
Como me aburrí me salí y empecé a caminar a otra parte. Se me antojó entrar a otro bar para tomarme una cheve más. Al entrar lo vi más solo que de costumbre. No vi mesas cerca de la barra. Ahí, en la barra, me encontré a uno que le dicen Camila, y me preguntó que porqué no estaba con Mafer. No supe si se fue o si andaba ocupada. Me aburrí de esperarla y me cambié de bar. Aparte una de sus compañeras, nada más por intrigar creo, me dijo que ya se había ido. Me convino creerle porque yo quería ir a otra parte (al lugar donde vi las tapas) y ahí en la barra fue donde me topé al otro wey, al don Nadie. Le dije que yo también era un don Nadie. Se rió y volvió a brindar. Luego me presentó con otro vato. Ese otro vato también me preguntó cómo me llamo. Le contesté que me llamo Beto... Bueno, Alberto pero me dicen Beto.
"Pues mucho gusto Beto, ¿a qué te dedicas?", me preguntó el otro que resultó ser arquitecto. Le conté que doy clase de matemáticas. "¡Matemáticas!, grtió el don Nadie. Mira yo aquí estoy entre dos genios, porque el arqui es bien chingón jajaja" No entendí su risa. Luego dijo "mira yo soy un estúpido jaja" Se siguió riendo un buen rato. Interrumpió su risa para preguntarme a qué había ido. "¿Cómo fue que caíste aquí? ¿Es la primera vez que vienes? ¿A qué viniste, por piedra o nomás a cotorrear?" Le conté que caí en ese lugar porque quería tomar algo más y que luego me iba a dormir, que no era la primera vez que iba (de hecho las historias más bizarras de los últimos tiempos me han pasado ahí) y que la piedra nunca la he probado. "¿A poco venden aquí?" Él nada más se rió y yo le dije que francamente no la he probado y no me da curiosidad... En eso llegó un mesero al que algunos le llaman Hillary (¿por qué Hillary?) y le dijo al don Nadie "hey yo también quiero de ésa..." Haciendo alusión a lo risueño que andaba.
El don Nadie siguió preguntando. Ya que estaba entre dos genios quería saber cómo le habían hecho para hacer las pirámides. No oí que le dijo el arquitecto. Yo no dije nada. Si acaso contesté algo no lo recuerdo. Interrumpió la no discusión sobre la arquitectura para decirme que ese bar era conmadre porque siempre se reúnen muchos personajes... "jajaja, siempre viene puro personaje". De repente me sacaba de onda que dijeran "mira Beto..." Me tardaba unos segundos en reaccionar que me estaban hablando a mí!!
Bienvenido maestro, sirven cerveza en este café…?
Me agrada mucho el relato y por el momento no puedo opinar mucho, tal vez solo me atrevería aventurarme a decir sobre como presentas el dialogo entre los personajes para separarlo del dialogo del narrador, creo que seria lo único para leer mejor o de modo mas cómodo, tal vez Franco pueda expresar mejor lo que quise decir jajajja, chido tu trabajo.
Ayax quiero agradecer tu visita por mi blog,dì con èste blog colectivo y lo que he leìdo me gustò;de entrada me encanta que haya lugar para fumadores, espero que me permitan leerlos y de vez en cuando opinar.
Seguirè las historias de Beto y compañìa.
saludos desde Cd. Victoria.
Estaba beto en el Woodstock y se intercalaba en el bar de Aulas 8 y una carne asada en el patio de una casa... las tapas se caian, y beto tomaba whisky, me gusta el color que toma la historia cuando profundisas, al menos eso es lo que persivo yo, muy buena!