Entrando en materia de derecho (y considerando las previas atenuantes), apelo a lo siguiente:

Nombre del proyecto.

Poemario dermatológico subversivo.

Planteamiento de propuesta.

Se propone crear un poemario (o compilación de poemas con temas divergentes, si se quiera) tomando como base imágenes fotográficas (que en ocasiones serán de una pintura, una escultura, ad libitum; ergo, una imagen). Lo que se buscará retratar en el mundo ficcional son: las sensaciones del espectador (o un espectador ficticio-hipersensible) ante la imagen mostrada, las sensaciones y pensamientos de algunos de los personajes retratados, descripción de la escena y alguna que otra disquisición filosófica que me sugiera la imagen.

De dónde surge la idea.

La idea es reciclada de un trabajo novelístico que no se llevó a cabo por factores externos y que desde hace tiempo empezaba a ruñirme ahí una pared del cerebro. Y no por reciclada debe entenderse como tirada al caño y luego otra vez recordada, sino que se dejó de lado para una mejor ocasión, que espero que sea ésta. Además, la idea de conjuntar la imagen con la poesía se me hace un ejercicio interesante y que además, debido al juego, a la confrontación, puede llevarme a grandes resultados.

Del porqué del título.

Bueno, a parte de ser la primera frase que se me vino a la mente (sin ni siquiera saber bien a bien de qué versaría el proyecto), fue una frase que me sugirió el momento en que pasamos por una galería (o que repasamos álbumes viejos con nuestros padres, o un libbro en que se nos muestran cosas que desconocemos o nos causan inquietud) y nos asombramos ante una imagen y experimentamos una sensación de escalofrío en la piel, o un sobrecogimiento agradable, entre otras tantas sensaciones, claro. Es por ello que Poemario dermatológico subversivo es un nombre que bien puede describir el proyecto que propongo, ya que se espera que los poemas describan las sensaciones que se originan en la epidermis del espectador. El adjetivo de “subversivo” que le doy (o di, inconscientemente) es a causa de la subversión del cerebro al sí poder describir las sensaciones experimentadas, a diferencia de lo impenetrable que suelen ser dichas experiencias.

Explicitación metodológica (ay, qué bato tan mamón, ¿verdad?).

Se plantea trabajar, al igual que mi compañero, con un archivo fotográfico previo (y, a diferencia, dicho archivo está muy disperso y hasta inconcluso), mismo que será la base o fuego primigenio para la creación poética. La idea es que al finalizar se vea como un todo conjunto y no como una imagen que antecede a un texto, o como un texto con una foto pegada. No habrá limitaciones con la forma o, mejor dicho, sí las habrá: se escribirán en verso libre todos o casi todos (estoy seguro**). Asimismo, adelanto que el calendario de entregas no será regular, dada la naturaleza del trabajo, pero haré lo posible porque pase a lo mucho entre una y dos semanas de una entrega a otra (en ocasiones entregaré dos o tres textos en una semana, a veces uno por quince días, etcétera). El proyecto lo planteo inicialmente para un año, y si surgen nuevas ideas (o si me engancho con una línea temática) lo prolongaré un poco más.

Lo que se espera lograr, pero que no se asegura.

Se espera que al finalizar –el año, el proyecto, etcétera– se pueda leer como una obra en sí; es decir, como un poema largo, a la saga del Poema del Mío Cid, La Íliada, o cualquier obra de teatro en verso. Aunque, conociéndome, ésta es una empresa difícil.

Sin más por el momento, queda de ustedes.

Fco. Franco Joanas.

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** Nota: es posible que en este tiempo me den ganas de incursionar en otros medios como la prosa poética, o haga otra clase de experimentos; pero nada se va a salir de la norma.

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